Los dedazos en las MMA
Dana White tiene una postura bastante clara sobre un tema que lleva años dando que hablar en las artes marciales mixtas: los dedazos son algo que simplemente va a seguir ocurriendo. Aunque reconoce que hay que buscar soluciones, el presidente de la UFC es bastante realista al respecto.
Pues mira, los dedazos siempre han estado ahí, pero últimamente han cobrado más protagonismo. Todo empezó con la defensa del título de los pesos pesados de Tom Aspinall contra Ciryl Gane en el UFC 321 del mes pasado. La pelea terminó en un ‘no contest’ después de que Gane metiera un doble dedazo en el primer round que dejó a Aspinall sin poder continuar. Vamos, una pena total.
La cadena de incidentes
Y por si eso fuera poco, la semana siguiente volvió a saltar la polémica cuando Ante Delija, compañero de equipo de Aspinall, le hizo un dedazo a Waldo Cortes Acosta. Lo curioso es que Cortes Acosta se repuso y acabó ganando por parada. Vamos, que el tema está que arde.
El árbitro Herb Dean ya ha dado pistas de que los oficiales están trabajando en cambios de reglas para minimizar estos incidentes. White está de acuerdo en que hay que buscar soluciones, pero es bastante escéptico sobre la posibilidad de eliminarlos por completo.
Las soluciones que no funcionaron
«Hemos probado con guantes, hemos intentado de todo», confesó White en una entrevista con TRIGGERnometry. La UFC ya ha experimentado con diferentes diseños de guantes, pero sin mucho éxito. La realidad es que en un deporte donde las manos están constantemente en movimiento, los accidentes ocurren.
White cree que una medida que sí podría funcionar es aplicar sanciones más duras. «Si hay penalizaciones más severas, los luchadores tendrán más cuidado», argumenta. Tiene sentido, ¿no? Cuando sabes que te puede costar puntos o incluso la descalificación, piensas dos veces antes de extender los dedos.
La cruda realidad
«Va a pasar», sentencia White. «Tienes a un tipo lanzando golpes y yo bloqueando. Luego hay momentos en que alguien extiende la mano para buscar algo y el otro viene hacia adelante… simplemente ocurre».
El directivo es bastante pragmático al respecto: «Definitivamente encontraremos alguna solución, pero es como las malas decisiones arbitrales o las malas paradas. Nunca va a desaparecer. Siempre estará ahí. No es que vayamos a inventar algún maldito artilugio que impida que nadie reciba un dedazo nunca más».
Al final, parece que los dedazos son como esos invitados incómodos que siempre aparecen en las fiestas de las MMA. Podemos intentar controlarlos, pero eliminarlos del todo… eso ya es más complicado.


